Bienvenidos a la página web oficial de "La Parroquia San Martín de Porres" perteneciente a la Paraguanera Diócesis de Punto Fijo, Estado Falcón, Venezuela, ubicada en la Urbanización Jorge Hernández de La Ciudad de Punto Fijo, integrada por las comunidades católicas de las urbanizaciones Jorge Hernandez, Santa Fe y Altamira de esta ciudad, es un medio informativo de carácter general para publicar las programaciones y actividades propias de la parroquia, con el fin de canalizar todas las manifestaciones de evangelización para así fomentar una cultura parroquial, de aporte, contribución y donativos de los parroquianos y devotos de San Martín de Porres, donde quiera que se encuentren, así como de la feligresía propia de la parroquia y el público en general, que puedan ser ofrecidos a la iglesia y la Fundación San Martín de Porres, institución parroquial encargada de canalizar las aportaciones destinadas a costear la definitiva conclusión del templo votivo a nuestro santo patrono, el mantenimiento y mejoras del complejo parroquial así como las obras sociales en las áreas de influencia de la parroquia; reuniendo a las familias cristianas en general del área limítrofe de influencia, y canalizar todo tipo de iniciativa de sus parroquianos.

Contactos: Sacristía +58.269.247.23.30 – sanmartindeporrespf@gmail.com – web master +58.0414.969.28.42

jueves, 20 de junio de 2019

10 consejos de los santos para amar la Eucaristía




La Iglesia siempre ha destacado la presencia real del Señor en el Sacramento de la Eucaristía y durante siglos ha animado a amar este gran milagro del amor de Dios.
A continuación, 10 consejos de los santos sobre la Eucaristía:
1. San Francisco de Asís
"Cuando no puedo asistir a la Santa Misa, adoro el Cuerpo de Cristo con los ojos del espíritu en la oración, lo mismo que le adoro cuando le veo en la Misa”. 
2. San Alfonso María de Ligorio
"Tened por cierto el tiempo que empleéis con devoción delante de este divinísimo Sacramento, será el tiempo que más bien os reportará en esta vida y más os consolará en vuestra muerte y en la eternidad. Y sabed que acaso ganaréis más en un cuarto de hora de adoración en la presencia de Jesús Sacramentado que en todos los demás ejercicios espirituales del día”. 
3. San Francisco de Sales
"La oración, unida con ese divino sacrificio de la Misa, tiene una fuerza indecible; de modo que por este medio abunda el alma de celestiales favores como apoyada sobre su Amado". 
4. San Luis María Griñón de Monfort
"Antes de la Comunión... suplica a esta bondadosa Madre que te preste su corazón para recibir en él a su Hijo con sus propias disposiciones”. 
5. Santa Teresa de Jesús (o de Ávila)
"Acabando de recibir al Señor, pues tenéis la misma persona delante, procurad cerrar los ojos del cuerpo y abrir los del alma, y miraros al corazón”.
6.- El Cura de Ars, San Juan María Vianney
“Si supiéramos el valor del santo sacrificio de la Misa, qué esfuerzo tan grande haríamos por asistir a ella”.
7. Santa Teresita de Lisieux
“Recordé haber oído decir que el día de la primera comunión se alcanzaba todo lo que se pedía. Aquel pensamiento me consoló y, aunque todavía no tenía más que seis años, me dije para mí: ‘el día de mi primera comunión rezaré por mi pobre’”.
8. San Juan Pablo II
“Queridos hermanos y hermanas: debemos sentirnos interpelados por las necesidades de tantos hermanos. No podemos cerrar el corazón a sus peticiones de ayuda. Y tampoco podemos olvidar que ‘no solo de pan vive el hombre’. Necesitamos el ‘pan vivo bajado del cielo’. Este pan es Jesús. Alimentarnos de él significa recibir la vida misma de Dios, abriéndonos a la lógica del amor y del compartir”.
9. Santa Catalina de Siena
“¡Oh Caridad inestimable! Te quedaste con nosotros como alimento, mientras somos peregrinos en esta tierra, para que no desfallezcamos por el cansancio, sino que fortalecidos por ti, alimento celestial, sigamos el camino”.
10. Don Bosco (San Juan Bosco)
“Queridos jóvenes, ¿queremos estar contentos y alegres? Amemos con todo el corazón a Jesús Sacramentado".

El milagro eucarístico con el que se instituyó la Solemnidad del Corpus Christi

Milagro Eucarístico de Bolsena / Crédito de imagen - Wikipedia (Dominio público)
La Catedral de Orvieto en Italia custodia uno de los milagros eucarísticos más importantes en la historia de la Iglesia y que motivó que el Papa Urbano IV instituyera la Solemnidad del Corpus Christi.
A mediados del siglo XIII, el P. Pedro de Praga dudaba de la presencia de Cristo en la Eucaristía y realizó una peregrinación a Roma para rogar sobre la tumba de San Pedro una gracia de fe.
A su regreso, mientras celebraba la Santa Misa en Bolsena, en la cripta de Santa Cristina, la Sagrada Hostia sangró y manchó el corporal con la preciosísima sangre.
La noticia llegó rápidamente al Papa Urbano IV, que se encontraba muy cerca en Orvieto, y pidió que le trajeran el corporal. La venerada reliquia fue llevada en procesión y se dice que el Pontífice, al ver el milagro, se arrodilló frente al corporal y luego se lo mostró a la población.
Más adelante, el Santo Padre publicó la bula “Transiturus”, con la que ordenó que se celebrara la Solemnidad del Corpus Christi en toda la Iglesia el jueves después del domingo de la Santísima Trinidad.
Asimismo, el Papa Urbano IV encomendó a Santo Tomás de Aquino la preparación de un oficio litúrgico para la fiesta y la composición de himnos, que se entonan hasta el día de hoy como el Tantum Ergo.
La santa reliquia se conserva en la Catedral de Orvieto y se puede apreciar en una capilla edificada en honor a este milagro Eucarístico. El corporal sale en procesión cada año durante la Solemnidad del Corpus Christi y preside las celebraciones Eucarísticas en la Catedral.
San Juan Pablo II, durante su visita a la Catedral de Orvieto en 1990, señaló que “Jesús se ha convertido en nuestro alimento espiritual para proclamar la soberana dignidad del hombre, para reivindicar sus derechos y sus justas exigencias, para transmitirle el secreto de la victoria definitiva sobre el mal y la comunión eterna con Dios”

10 cosas que todo cristiano debe saber del Corpus Christi


Imagen referencial / Crédito: Pixabay

A lo largo de los siglos, la Iglesia y los santos han animado a los fieles a amar la Eucaristía e incluso hay quienes han dado su vida por protegerla. En la Solemnidad del “Corpus Christi” te presentamos 10 cosas que todo cristiano debe saber en torno a este gran milagro.
1. Jesús instituyó la Eucaristía
Jesús reunido con sus apóstoles en la Última Cena instituyó el sacramento de la Eucaristía: “Tomen y coman; esto es mi cuerpo…” (Mt, 26, 26-28). De esta manera hizo partícipes de su sacerdocio a los apóstoles y les mandó que hicieran lo mismo en memoria suya.
2. Eucaristía significa "acción de gracias"
La palabra Eucaristía, derivada del griego εὐχαριστία (eucharistía), significa "Acción de gracias" y se aplica a este sacramento porque nuestro Señor dio gracias a su Padre cuando la instituyó. Además, porque el Santo Sacrificio de la Misa es el mejor medio de dar gracias a Dios por sus beneficios.
3. Cristo se encuentra de forma íntegra en el Sacramento del Altar
El Concilio de Trento (siglo XVI) define claramente: "En el Santísimo Sacramento de la Eucaristía se contiene verdadera, real y sustancialmente el Cuerpo y Sangre de nuestro Señor Jesucristo, juntamente con su Alma y Divinidad. En realidad Cristo íntegramente". Asimismo, en el Derecho Canónico de la Iglesia ninguna otra festividad recibe tanta atención como la Solemnidad del Corpus Christi.
4. Los sucesores de los apóstoles convierten el pan y el vino en Cuerpo y Sangre de Cristo
En la Santa Misa, los obispos y sacerdotes convierten realmente el pan y el vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo durante la consagración; el proceso es llamado Transubstanciación. La Solemnidad del Corpus Christi es una de las cinco ocasiones en el año en que un Obispo no puede estar fuera de su diócesis, salvo por una urgente y grave razón.
5. Se debe recibir la Eucaristía al menos una vez al año
La Comunión es recibir a Jesucristo sacramentado en la Eucaristía. La Iglesia manda comulgar al menos una vez al año, en estado de gracia, y recomienda la comunión frecuente. Es muy importante recibir la Primera Comunión cuando se llega al uso de razón, con la debida preparación.
6. Para comulgar se necesita del ayuno eucarístico y confesarse
El ayuno eucarístico consiste en abstenerse de tomar cualquier alimento o bebida, al menos desde una hora antes de la Sagrada Comunión, a excepción del agua y las medicinas. Los enfermos y sus asistentes pueden comulgar aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior. El que comulga en pecado mortal comete un grave pecado llamado sacrilegio. El que desea comulgar y está en pecado mortal no puede recibir la Comunión sin haber acudido antes al sacramento de la Penitencia, pues no basta el acto de contrición.
7. Es mandamiento de la Iglesia asistir a Misa domingos y días de precepto
Frecuentar la Santa Misa es un acto de amor a Dios que debe brotar naturalmente de cada cristiano. Es también obligatorio asistir los domingos y feriados religiosos de precepto, a menos que se esté impedido por una causa grave.
8. La Eucaristía es alimento espiritual para enfermos y agonizantes
La Eucaristía en el Sagrario es un signo por el cual Nuestro Señor está constantemente presente en medio de su pueblo y es alimento espiritual para enfermos y moribundos. Se le debe agradecimiento, adoración y devoción a la real presencia de Cristo reservado en el Santísimo Sacramento.
9. La fiesta del Corpus Christi se celebra el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad
La Solemnidad del Corpus Christi fue establecida en 1246 por el Obispo Roberto de Thorete y a sugerencia de Santa Juliana de Mont Cornillon. Después del milagro eucarístico de Bolsena, a mediados del Siglo XIII, el Papa Urbano IV expandió esta celebración a toda la Iglesia Universal en 1264 con la bula “Transiturus”, fijándola para el jueves posterior al domingo de la Santísima Trinidad. El Pontífice encomendó a Santo Tomás de Aquino que compusiera un oficio litúrgico propio e himnos que se entonan hasta nuestros días.
10. También es posible celebrarla el domingo posterior a la Santísima Trinidad
En el Vaticano, el Corpus Christi se celebra el jueves después de la Solemnidad de la Santísima Trinidad. Mientras que en varias diócesis se traslada al domingo posterior a la Santísima Trinidad por una cuestión pastoral. El Papa San Juan Pablo II fue quien llevó la procesión anual del Corpus Christi de la Plaza de San Pedro a las calles de Roma.