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Basílica de San Pedro, Santa Sede de la Iglesia Catolica Mundial, Roma, Italia. |
VATICANO, 04 Jun. 16 /
05:38 am (ACI).- En un
importante paso hacia la reforma de la Curia querida por el Papa Francisco, la Santa Sede ha comunicado hoy la aprobación ad
experimentum del
nuevo dicasterio sobre laicos, familia y vida que
iniciará su función el próximo 1 de septiembre de 2016.
El nuevo dicasterio
absorberá por tanto a los actuales Pontificio
Consejo para los Laicos y
el Pontificio Consejo para la Familia, que dejarán de funcionar a partir de esa
fecha.
“Hoy, 4 de junio de
2016, el Santo Padre Francisco, a propuesta del Consejo de Cardenales, ha aprobado ad
experimentum el
Estatuto del nuevo Discasterio para los Laicos, la familia y la vida en la cual
confluirán, desde el 1 de septiembre de 2016, los actuales Pontificio Consejos
para los Laicos y Pontificio Consejo para la Familia”.
“En esa fecha, ambos
dicasterios cesarán de sus funciones y serán suprimidos”, explica el
comunicado.
En el Estatuto que
regirá al nuevo organismo de la Santa Sede se establece que “el discasterio es
competente en esas materias que son de pertenencia de la Sede Apostólica para
la promoción de la vida, y del apostolado de los fieles laicos, para el cuidado
pastoral de la familia y de su misión, según el diseño de Dios y para la tutela
y la ayuda de la vida humana”.
Otra de las
características será que estará presidido por un Prefecto que será ayudado de
un Secretario que podrá ser un laico, y por 3 Subsecretarios laicos. A su vez
podrán trabajar varios empleados clérigos o laicos elegidos en su mayoría de
diversas regiones del mundo.
El dicasterio estará
dividido en las secciones Laicos, Familia y Vida presidida cada una por un Sub
Secretario y estará formado por miembros laicos, hombres y mujeres, célibes y
casados que respeten el carácter universal de la Iglesia.
También tendrá sus propios consultores, siguiendo así las normas establecidas
ya para toda la Curia Romana.
Laicos
Respecto a esta sección,
el estatuto establece que el dicasterio debe “animar la promoción de la
vocación y de la misión de los laicos en la Iglesia y en el mundo, como
solteros, cónyuges o no, y miembros pertenecientes a asociaciones, movimientos,
comunidades”.
Además, deberá
“favorecer en los fieles laicos la conciencia de la corresponsabilidad, en
fuerza del Bautismo, para la vida y la misión de la Iglesia, según los diversos
carismas recibidos para la edificación común, con una particular atención a la
peculiar misión de los fieles laicos de animar y perfeccionar el orden de la
realidad temporal”.
Deberá “promover también
la participación de los fieles laicos en la instrucción de las catequesis, en la vida
litúrgica y sacramental, en la acción misionera, en las obras de misericordia,
de caridad y de promoción humana y social”.
Como ya hacía el
Pontificio Consejo para los Laicos, la nueva sección “erige las asociaciones de
fieles y los movimientos laicales que tienen un carácter internacional y
aprobará o reconocerá los estatutos”.
Familia
“Promueve el cuidado
pastoral de la familia a la luz del magisterio pontificio, en la tutela de la
dignidad y el bien basados en el sacramento del matrimonio, en favorecer
los derechos y las responsabilidades en la Iglesia y en la sociedad civil para
que las instituciones familiares puedan asumir mejor las propias funciones
tanto en el ámbito eclesial como en el social”.
También deberá
“discernir los signos de los tiempos para valorizar las oportunidades, a favor
de la familia con confianza y sabiduría evangélica ante los desafíos que tenga
y aplicar en el hoy de la sociedad y de la historia el diseño de Dios sobre el
matrimonio y la familia”.
Entre sus labores estará
el de “profundizar en la doctrina sobre la familia y su divulgación mediante
adecuadas catequesis” así como “favorecer en particular los estudios sobre la
espiritualidad del matrimonio y de la familia”.
También “ofrecer líneas
directivas para programas formativos para los novios que se preparan al
matrimonio y para las parejas jóvenes”.
Además, tendrá una
estrecha relación con el Pontificio Instituto Juan Pablo II para estudios sobre Matrimonio y
Familia, una de las instituciones de la Santa Sede más importantes en este
ámbito.
Vida
Esta sección tendrá el
deber de coordinar “iniciativas a favor de la procreación responsable, así como
para la tutela de la vida humana desde su concepción hasta su fin natural,
teniendo presentes las necesidades de la persona en sus diversas fases
evolutivas”.
Deberá “promover y
animar a las organizaciones y asociaciones que ayudan a la mujer y a la familia
a acoger y custodiar el don de la vida, especialmente en el caso de embarazos
difíciles, y prevenir que se recurra al aborto”.
Sobre esto último,
también deberá “apoyar programas e iniciativas dirigidos a ayudar a las mujeres
que hayan abortado”.
Esta sección estará en
permanente y estrecha relación con la Pontificia Academia para la Vida de la
Santa Sede.
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